miércoles, mayo 23, 2007

REAS: Red de redes para practicar la economía solidaria

Una asociación para el uso de la bici, una casa de acogida y una tienda de comercio justo se encuentran en REAS, una red que les permite estar informadas y compartir experiencias sobre cómo practicar una economía solidaria.
“250 personas tienen tanta riqueza como el resto del mundo”.
La Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) recuerda este tipo de máximas en todo momento así como la causa de esta situación: unas relaciones económicas y comerciales injustas, no sólo a gran escala, sino también a nivel micro, en nuestro consumo del día a día. Desde 1997, REAS agrupa a más de un centenar de entidades relacionadas con el tercer sector para crear nuevas fórmulas para el desarrollo de la economía alternativa. “Nuestro reto es crear economías solidarias no excluyentes, no especulativas”, sostienen, “un lugar donde la persona y el entorno sean el eje, el fin y no el medio para conseguir unas condiciones dignas para todas las personas”.
Así, REAS se ha convertido en un espacio de comunicación, información, intercambio y asesoramiento sobre cuestiones relativas a la economía solidaria, de y para entidades que carezcan de carácter lucrativo, a la vez que promueve la igualdad, la cooperación y la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social y el compromiso con el medio ambiente.
Esta red de redes se organiza a través de grupos locales en Aragón, Baleares, Canarias, Catalunya, Euskadi, Madrid, Navarra, y Valladolid. Los configuran empresas y organizaciones sociales diversas, como un centro de medicina tradicional china o una entidad dedicada a la gestión de residuos, ambas iniciativas ubicadas en Navarra; o una organización de espectáculos de títeres en gallego, pasando por tiendas de comercio justo, consultorías de bioconstrucción, casas de acogida para personas en riesgo de exclusión social o empresas de ecomensajería.
REAS también forma parte de la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social y Solidaria (RIPESS), una organización internacional con sede en Senegal, que promueve igualmente el intercambio de información y buenas prácticas en materia de economía solidaria.
Economía Solidaria, ¿qué es?
En la Wikipedia, el término ‘economía social’ está igualado al de ‘economía solidaria’ y designa a "a una parte de la realidad social diferenciada tanto del ámbito de la economía estatal del sector público como de la economía privada de naturaleza capitalista."REAS en su portal aborda otros términos comunes en el ámbito de la economía social o solidaria, como ‘banca ética’ (aquella en la que los ahorradores son conscientes de dónde se invierte su dinero, inversiones que se rigen por principios solidarios); ‘mercado social’ (red de producción, distribución y consumo de bienes y servicios constituido tanto por empresas como consumidores individuales, cuyo funcionamiento se desarrollar bajo criterios democráticos, ecológicos y solidarios en un territorio determinado); ‘consumo responsable’ (el que tiene en cuenta el impacto ambiental, la justicia de las relaciones comerciales y la salud) y ‘comercio justo’ (“la única red comercial en la que los intermediarios están dispuestos a reducir sus márgenes para que le quede un mayor beneficio al productor”). Una empresa en la red Espanica es una de las empresas que están incluidas dentro de esta red de redes. Se trata de una tienda de comercio justo ubicada en Madrid que trabaja para la venta y distribución del café de Nicaragua, tratando de devolver el máximo excedente a los productores del país de origen. “Con REAS estamos informados de las actividades que hacen las demás organizaciones del sector”, aseguran desde Espanica, “ayuda a conocer otras iniciativas y aplicarlas”. Hoy, detrás de esta tienda, hay una fuerte iniciativa de sensibilización con el comercio justo y la economía social que se sirve de REAS y de las nuevas tecnologías para conocer y darse a conocer en el tercer sector.
¿Qué PueDo HaCer yo?
Puedes visitar la página de REAS y aprender algo más sobre el tema.
Si ya sabes sobre el tema y crees que puedes aportar tus conocimientos, revisa cómo están definidos algunos términos en la Wikipedia y amplíalos.
Puedes apoyar esa iniciativa haciéndote socio o socia de la red.
Puedes ponerte en contacto con organizaciones relacionadas con la economía solidaria para colaborar con ellas.

Fracaso escolar, ¿quién fracasa realmente?

¿En qué medida está el fracaso escolar relacionado con la exclusión social? ¿Tiene que ver la etnia o el rango socioeconómico con las malas notas? Los expertos advierten: el mapa del fracaso escolar coincide con el de la pobreza.
El fracaso escolar no es solamente un problema educativo, sino también social. Dentro del Año Internacional por la Igualdad de Oportunidades, que se celebra en 2007, diversas iniciativas, como la Conferencia Internacional sobre Igualdad de Oportunidades y Retos en la Educación, celebrada recientemente en Alemania, se han puesto en marcha para tratar de dar respuesta a un problema que nos afecta y que no nos resulta ajeno. México se encuentra en los primeros puestos en cuanto a datos de absentismo, abandono y repeticiones de curso en las escuelas y los mayores afectados por estas cifras negativas son los niños y las niñas pertenecientes a minorías. Aunque el fracaso escolar puede afectar a cualquiera, lo cierto es que el abandono de los libros y los resultados negativos en la educación inciden especialmente en las etnias que sufren exclusión y se ceban con los escolares de determinados rangos socioeconómicos, sobre todo los más bajos, tal como apuntan los recientes informes elaborados por la UNESCO , la OEI ,y el MEC.Y es que tal como explican psicólogos y especialistas en educación, el medio familiar en que nace y crece un niño determina unas características económicas y culturales que pueden limitar o favorecer su desarrollo personal y educativo. Los expertos coinciden en asegurar que pertenecer a familias monoparentales, inmigrantes o de bajo rango económico son las nuevas variables presentes en el abandono escolar prematuro. Según expone un grupo de profesores del Instituto de Estudios Educativos y Sociales, en un documento presentado en Potsdam (Alemania) en el marco de la conferencia internacional 'Equality in Educational Opportunities-a Challenge for Education Law and Education Policy in Europe', celebrada este mes de mayo, el nivel de estudios y la situación laboral de la familia, los recursos educativos disponibles, el clima de estudio del hogar y el seguimiento que padres, madres y escuela prestan al alumno son otras de las variables que afectan a los estudiantes en riesgo de fracaso escolar.
¿Quién fracasa realmente?
Tal y como explica Rosa María Rodríguez Izquierdo, profesora de la Universidad Pablo Olavide, en su estudio ‘Éxito y fracaso escolar en contextos socioculturales interculturales’, evidentemente, el inferior rendimiento de los niños y niñas de grupos minoritarios no se debe a su pertenencia a una u otra etnia en particular, sino al ajuste cultural y/o lingüístico que tienen que realizar para adaptarse al sistema escolar y a otros obstáculos como determinadas actitudes del profesorado, de la comunidad escolar o a los contenidos de los libros de texto que les discriminan y les impiden la plena integración en el ambiente escolar.Rodríguez Izquierdo valora, además, negativamente que los colectivos minoritarios se vean mayoritariamente escolarizados en centros y en contextos socioculturalmente desaventajados, donde abundan el fracaso escolar y los conflictos socioafectivos.
Luchar contra la exclusión para combatir el fracaso
Un estudio realizado por el ex secretario de Estado de Educación y catedrático de Psicología Evolutiva de la UNED, Alvaro Marchesi, destaca la importancia de cuidar el bienestar emocional de los alumnos como medida preventiva. Para el catedrático, la lucha contra el naufragio en la escuela supone la puesta en marcha de programas globales e integrados que tengan en cuenta las dimensiones sociales, familiares y educativas de los alumnos, pero también propone una serie de medidas sencillas para mejorar el nivel de rendimiento académico de los estudiantes, como dedicar una hora diaria de lectura en el aula, abrir las bibliotecas de los centros por las tardes, y reforzar el aprendizaje en grupos pequeños para los alumnos que se retrasan.
Más información en:
Informe de la Unesco sobre la relación entre pobreza y fracaso escolar.
Informe de la Organización de Estados Iberoamericanos sobre la promoción de la educación y la lucha contra el fracaso escolar.